domingo, 21 de junio de 2015

Esta “Guía panorámica” se ha confeccionado con la esperanza que cualquier lector no iniciado en filosofía, pero alerta, encuentre fácilmente en la colección El universo, sus cosas y el ser humano temas de su interés.


Patricio Valdés Marín
pvaldesmarin@hotmail.com


El formidable desarrollo que ha experimentado la tecnología relacionada con la computación, la informática y la comunicación electrónicas ha permitido el acceso a un inmenso número de individuos de la cada vez más gigantesca información. Por otra parte, existe bastante irresponsabilidad en parte de esta información sobre su veracidad por parte de algunos de quienes la emiten, tergiversando los hechos. Además, mucha de la información produce alarmas y temores, pues aquella gira en torno a intrigas, conspiraciones, crisis y amenazas. Habría que preguntarse ¿hasta qué punto esta información refleja la compleja realidad? ¿Cuánta de toda esa información es verdadera? ¿En qué nos afecta? Como resultado hemos entrado en una era de desconfianza, relativismo y escepticismo. Sin embargo la raíz de ello debe buscarse más profundamente.

Vivimos en un periodo histórico ya denominado posmodernismo, que se caracteriza por el derrumbe de los dogmas y mitos religiosos y los sistemas filosóficos tradicionales a consecuencia del enorme progreso que ha tenido la ciencia moderna y su método empírico, contra cuyo descubrimiento de la realidad no pudieron sostenerse. Sin embargo, la antigua sabiduría respondía de alguna manera a las preguntas más vitales de los seres humanos: su existencia, su sentido, el cosmos, el tiempo, el espacio, la vida y la muerte, Dios, la verdad, el pensamiento, el conocimiento, la ética, etc., pero la ciencia, que ocupó su puesto, no ha podido responderlas, ya que no son esas preguntas su objeto de conocimiento. Por la ciencia entramos en una época de enorme conocimiento y certeza, pero si no se es fiel a la verdad que devela, es fácil caer en el  relativismo: ahora todo es opinable y no se respeta ninguna autoridad, en cambio se pide respetar a cualquiera por cualquier sonsera que esté diciendo; existe poca o ninguna crítica; aparecen gurúes, charlatanes y falsos profetas por doquier, mientras la gente permanece desorientada y escéptica; se divulga falsedades por negocio, fama o intereses espurios.

No se trata de revivir los antiguos dogmas religiosos y sistemas filosóficos, sin embargo, 1º las preguntas que responden al ¿qué es? filosófico, más que el ¿cómo es? científico, que éstos intentaban responder están tan plenamente vigentes hoy, ya que sin aquellas nuestra vida sería vacía y que la filosofía emergió como un esfuerzo racional y abstracto para conferir unidad y racionalidad al mundo, y 2º, la ciencia sigue con firmeza develando esta tan misteriosa realidad, puesto que no fue hasta el desarrollo de aquella que el mundo comenzó a ser entendido como sujeto a leyes naturales y universales de relaciones causales. En consecuencia, esta obra requerirá llegar a los grados de abstracción que demanda la filosofía y a partir de justamente la ciencia intentará responder a las preguntas más vitales. El criterio de verdad que la guiará son las ideas universales y necesarias de ‘energía’ para lo cosmológico y la complementariedad ‘estructura-fuerza’ para el universo material.

Nuestras ideas son representaciones subjetivas y abstractas de una realidad objetiva y concreta, pero la realidad es profundamente misteriosa y nuestro intelecto es bastante limitado para aprehenderla. De este modo se intentará  reflexionar en forma sistemática y unificada sobre los temas más trascendentales de la realidad. En este discurrir, deberemos mantenernos críticos, en el sentido de análisis y juicio referido a la realidad, pues dichas ideas no son “claras y distintas”, como supuso Descartes. El filosofar que podemos emprender debe intentar entender tanto el sentido último del universo, sus cosas y los seres humanos como servirles de fundamento racional. Replanteándolo todo hasta querer bosquejar un nuevo sistema filosófico, un nombre apropiado para esta obra de diez libros podría ser simplemente El universo, sus cosas y el ser humano.


EL CONTEXTO CÓSMICO DE LA OBRA

Dios nos es tan inasible, incomprensible e indefinible que muchos lo niegan y se declaran ateos. Otros conceden que Él es la causa del universo, pero como está más allá de nuestra experiencia, se declaran agnósticos. Ciertamente, nuestra razón tiene límites, siendo una infamia quemar vivos a quienes no reconocen a Dios. Sólo podemos hablar de Él en términos que imaginamos sin fronteras, como “infinito” para expresar “sin fin”, “eterno” para significar “sin tiempo” y “todopoderoso” para indicar un poder ilimitado. Avanzamos algo más si lo postulamos como creador de un universo que se rige según leyes universales, por las cuales todo es causal, y así hablamos de deísmo. Como muchas personas religiosas aseveran, también la experiencia religiosa puede hablar de Él como un padre bondadoso que se relaciona con cada ser humano, respetando su libertad personal, en que nada es casual y así hablamos de teísmo, siendo ilegítimo socializar como religión la experiencia religiosa de la fe personal por constituir una violación a la libertad de otra persona; también aunque Él nos es invisible, la convicción personal puede sostener que Dios estaría presente y sería poderoso en todo, por lo que podemos encontrarle sentido a todo; asimismo Dios podría considerarse, no sólo como causa del universo, sino como el centro de nuestra existencia y finalidad. Naturalmente, esta aparente doble y contradictoria causalidad nos resulta un enigma y la predestinación agustiniana-calvinista resulta ser una mala solución.
El universo estaría estrechamente ligado a Dios. Por su naturaleza el universo no pudo ser causa de su propia existencia y menos de su diseño evolutivo. Debió existir distinto de aquél un infinito poder, designio, propósito y voluntad en alguien a quien llamamos Dios, quien lo originó con energía infinita y le implantó un guión para evolucionar y estructurarse según una intención por Él definida, que no podemos naturalmente conocer. Anterior al universo y distinta de Dios, pero dependiente de Él como su emanación, debió existir una energía primigenia. Esta idea contradice tanto la teoría de san Agustín de la creación ab nihilo (de la nada) como la del panteísmo de, p. ej., Baruch Spinoza. Si adherimos a la teoría cosmológica moderna que afirma, tras Edwin Hubble, que el universo tuvo su inicio en el Big Bang, deberíamos concluir, no que éste emergiera espontánea y arbitrariamente, incausado, sino que fue creado por el agente divino.
Para reflexionar primeramente sobre el universo, debemos partir especulando sobre la energía. Ella es primigenia porque es naturalmente anterior al universo. Ella es, como veremos, el fundamento de aquél. Esencialmente, la energía es la realización del poder de Dios. Ella es el principio activo de todo. Observemos que ella no debe ser pensada como un fluido, ya que no posee ni tiempo ni espacio y, siendo ella anterior a estos parámetros, no tiene ni volumen ni peso. Ella no es amorfa, sino que contiene los códigos por los cuales se puede convertir en las partículas fundamentales e intervenir en la complejificación de la materia a partir de dichas partículas. El primer principio de la termodinámica expone un muy relevante principio: “la energía no se crea ni se destruye, solo se transforma”. En el universo ella (la energía cinética) está presente cuando un cuerpo o partícula inicia, cambia o detiene su movimiento. Ella realiza trabajo cuando es mayor que el nivel de energía del medio, que es de la entropía o el equilibrio. Su efectividad está relacionada con su intensidad y la funcionalidad del receptor. Para satisfacer las exigencias del universo ella era y sigue siendo infinita en relación a su expansión y su evolución. Ella no puede existir por sí misma y debe consecuentemente estar contenida o en dependencia de algo; en el universo ese algo es la materia y su transformación.  Veremos más adelante que por la intención reflexionada una persona la estructura psíquicamente en la mismidad de su conciencia profunda, generando su alma desmaterializada que subsiste a su muerte corpórea.
El “Big Bang” se puede definir como el instante, en el mismo origen del universo, hace unos 13 mil setecientos millones de años atrás, de la transformación de la energía primigenia en energía cuántica. La causa de esta transformación sería Dios mismo. Entonces el universo comenzó a expandirse a la velocidad de la luz desde un punto infinitesimal que contenía la infinita energía primigenia del universo y la energía se granuló en dicho instante. Max Planck mostró, en 1900, cuando relacionó la energía del fotón con la frecuencia y la constante que lleva su nombre y que es muy pequeña, que el universo no es continuo, aunque así pudiera aparecer, sino está cuantificado o granulado.  Los fotones son paquetes muy pequeños de energía. Aunque no masivos, ellos son las partículas fundamentales de la materia. Se comportan como ondas y como corpúsculos al mismo tiempo, como si fueran tanto energía como materia, ya que están a medio camino de ambas. Su vibración se relaciona con el tiempo; su longitud se relaciona con el espacio.  Así, la interacción entre los fotones, que se realiza en un campo de energía, resulta en la formación del tiempo y el espacio, siendo la velocidad de esta interacción la de la luz. Podríamos concluir que la cuantificación de la energía primigenia resultaría ser un acto de creación divina que es necesario para explicar la aparición del tiempo y el espacio y la expansión del universo; esta expansión resulta ser constante y propagarse a la velocidad de la luz, como veremos más adelante.
El tiempo y el espacio del universo están relacionados con el proceso. En primer término, la idea de proceso proviene de la ciencia al observar que en la naturaleza, más que simplemente cambios inconexos, existen conjuntos relacionados causalmente como sistemas que se transforman de modo determinista según las leyes naturales que los rigen. Segundo, el tiempo procede de la duración que tiene un proceso y el espacio procede de su extensión. Tercero, la infinidad de interacciones originadas en el Big Bang constituyen el espacio-tiempo del universo.
La cuantificación de la energía en la escala del fotón, que es la escala fundamental y la menor de todas, contenía un libreto que fue y es la transformación de esta energía cuantificada en energía condensada y la organización ulterior de esta segunda energía en dos formas básicas, que son la masa y la carga eléctrica, de las cuales el universo se ha ido estructurando en su totalidad. Primero, aunque Albert Einstein demostrara en 1905 la convertibilidad entre la energía y la masa en su famosa y experimentada ecuación E = m·c², mediante el CERNC la ciencia aún no logra relacionar el fotón, que es un bosón sin masa, con el bosón de Higgs, la partícula fundamental de la masa. Hasta ahora este segundo bosón aparece en el origen de la masa, ya que se postula que, como unidad discreta, ésta vibra en un campo propio para estructurar una pequeña cantidad de masa. La masa es responsable de la inercia y la gravedad. En segundo lugar, se encuentra la carga eléctrica en dos estados contrarios  ̶ positivo y negativo ̶  y ella está cuantificada con valor entero. La carga de un signo surge del sustrato de energía simultáneamente que la carga de signo contrario y no necesariamente en el mismo lugar, como la experimentación lo muestra, causando asombro. Tampoco se conoce, si es que el Modelo Estándar de la física de partículas postulara, el origen fotónico de esta carga. La conversión en carga eléctrica requirió también mucha energía. La fuerza para vencer la resistencia entre dos cargas eléctricas del mismo signo es enorme. Se calcula que solamente 100.000 cargas (electrones) unipolares reunidas en un punto, experimento imposible debido a la su recíproca fuerza de repulsión, ejercerían la misma fuerza que la fuerza de gravedad de toda la masa existente de la Tierra. Infinitos puntos o centros funcionales, atemporales y adimensionales de energía cuantificada originan el espacio-tiempo del universo al interactuar entre sí y relacionarse causalmente mediante también energía cuantificada, constituyendo la base de la estructuración del universo. La expansión del universo disminuye su densidad y su temperatura, lo que en el comienzo permitió la estructuración de las distintas partículas subatómicas y los átomos más simples. Algunos científicos calculan que demoró 300 millones de años para que el universo se pudiera clarificar y los nuevos cuerpos celestes lograran formarse y distinguirse.
Algunos científicos creen observar un completo indeterminismo en el origen del universo, pudiendo éste haber evolucionado indistintamente y al azar en cualquier sentido. No consideran que el universo haya seguido la dirección impresa desde su origen según las propiedades de la energía primordial y la relativa estabilidad de la energía condensada o materia que se va estructurando a escalas superiores. Esta energía se convirtió en el universo y se fue desarrollando y evolucionando, auto-regulada deístamente por lo posible en cada posible escala estructural. La energía primordial comprendía los códigos de la estructuración de las partículas sub atómicas. Estas partículas poseen máxima funcionalidad y adquirieron entonces energía infinita, lo que las llevó a transitar a la máxima velocidad posible (la de la luz) desde el Big Bang. Adicionalmente, según la segunda ley de la termodinámica la entropía o transformación no es una medida de desorden, sino de estructuración como resultado de la aplicación de trabajo y esto explica la ascendente y complejizada evolución observada en el universo que ha logrado llegar a la estructuración de la energía psíquica, como veremos más adelante.
En el universo cada observador o ser existe en su tiempo presente; para él todo lo demás está entre su próximo y lejano pasado; él es el más viejo del universo; él está en el mismo centro del universo; él está a la máxima distancia del Big Bang. Al observar hacia la máxima distancia posible (el tiempo que tiene el universo multiplicado por la velocidad de la luz) el observador ve el manto que envuelve a todo el universo. El manto es precisamente el punto infinitesimal del Big Bang. Esta aparente paradoja cosmológica de identificar este punto con nada menos que la periferia de una esfera de radio de ‘máxima distancia’ y que tiene por centro al observador se resuelve mediante un corolario a la contracción de FitzGerald que sirvió a Einstein para formular su teoría especial de la relatividad. Dicha contracción dice, “a la velocidad de la luz la longitud de un objeto, en el eje común de éste y el observador, aparece que se acorta a cero”. Nuestro corolario diría, “desde el punto de vista del observador, no es sólo la longitud de un objeto la que aparece que se acorta, sino que su plano transverso a este eje aparece recíprocamente que se agranda. El infinitesimal punto del Big Bang es el único objeto que se aleja necesariamente del observador a la velocidad de la luz. No puede ser menor, ya que sus efectos estarían directa y continuamente perturbándonos; tampoco puede ser mayor, puesto que no habríamos sido afectados de modo alguno, e.d., no existiríamos; en cambio para el observador (para cualquier observador) todo el universo le es visible. Precisamente este punto aparece al observador como la periferia del universo donde él ocupa su centro. Algunos suponen erróneamente que si el Big Bang impulsó radialmente la materia en todas direcciones, habría galaxias que no podríamos ver por estar en las antípodas. No toman en cuenta que dichas galaxias no podrían estar alejándose de nosotros a mayor velocidad que la luz y que lo que se nos aleja a dicha velocidad es el Big Bang. En esta relación espacio-temporal nosotros observamos dichas galaxias con menor edad que la que en realidad tienen, pues son nuestras contemporáneas, solamente que su luz ha demorado en llegarnos.
La fuerza gravitacional es el producto de la masa que se aleja con energía infinita de su origen en el Big Bang a la velocidad de a luz y que forzadamente se va separando angularmente del resto de la masa del universo, por lo cual el universo es en realidad una enorme máquina que, por causa de su expansión radial (no como un queque en el horno como suponen algunos cosmólogos), genera la fuerza de gravedad, teniendo como contrapartida su pérdida asintótica de densidad. Y esta fuerza, más el electromagnetismo y las otras dos que ellas causan dentro de la estructura atómica, producen la incesante estructuración y decaimiento de las cosas. Debo hacer notar que nuestra idea de gravedad difiere radicalmente de la idea en boga basada en la teoría general de la relatividad que identifica forzadamente inercia con gravedad y busca unas inexistentes “materia oscura” y “energía oscura” para que cuadren con su formulación matemática.
El universo conforma una unidad en la energía que no admite dualismos espíritu-materia como los postulados por Platón, Aristóteles o Descartes. En toda su diversidad el universo está hecho de energía y nada de lo que allí pueda interactuar puede no estar hecho de energía. Tales de Mileto, considerado el primer filósofo de la historia, postuló el “agua” y sus tres estados como clave para incluir la diversidad del universo en la unidad; después de él otros sugirieron diversos entes como fundamento unitario de la cosas; tiempo después Parménides inventó el concepto de “ser” para darle unidad a la realidad, hechizando a toda la filosofía posterior. Aunque abarca más que el universo e incluye el “más allá”, podemos proponer por el contrario la idea de “energía” para este mismo propósito metafísico. Similarmente, para referirnos universalmente a los seres materiales de modo más preciso que el ser metafísico, que concuerde con todos los principios científicos y explique específicamente la diversidad y la causalidad del universo, proponemos el concepto complementario de la estructura y la fuerza, que explicaremos a continuación. 
La diversidad y la evolución existente se rigen por nuestro principio complementario de la estructura y la fuerza: “todo ser en el universo, incluyendo el mismo universo,  ̶ desde la partícula fundamental hasta el ser humano ̶  se caracteriza por lo que hace, por sus componentes y por su pertenencia a algo, es decir, es funcional porque se manifiesta y constituye una estructura de una escala particular, está compuesto por unidades discretas que son estructuras de una escala inmediatamente inferior y es a su vez una unidad discreta de una estructura de una escala inmediatamente superior”. Como si tuviera un propósito determinado, la energía cuántica no termina en desorden; antes es utilizada para generar y estructurar la materia en una evolución sin término y cada vez más compleja. La ciencia devela que en el curso de su existencia el universo ha ido evolucionando y se ha ido desarrollando hacia una complejidad cada vez mayor de la materia y se ha venido estructurando en escalas incluyentes cada vez más multifuncionales. Desde partículas fundamentales, estructuras subatómicas, atómicas, moleculares y biológicas, hasta las psicológicas, sociales, económicas y políticas, la estructuración en escalas mayores y más complejas no ha cesado.
En el inicio la evolución de la materia comenzó desde la formación de las mismas partículas fundamentales hasta la estructuración de quarks y hadrones. La evolución prosiguió, en la escala atómica, por la agregación de hadrones al núcleo atómico y la conformación de los elementos de la tabla periódica a través de, a veces, muy poderosas fuerzas. En una escala superior, los enlaces químicos de estos elementos produjeron bases, ácidos y sales hasta obtener aminoácidos y llegar a su máxima estructuración actual, que son los polipéptidos, el  ADN, las proteínas, los orgánulos y, en una escala superior, la célula y la vida.
En la escala de la evolución biológica Charles Darwin
 mostró que el mecanismo evolutivo, que permite a una especie adaptarse mejor a un medio cambiante y que denominó “selección natural”, es la capacidad de un individuo de mostrar mayor aptitud para sobrevivir y reproducirse que obtiene a través de alguna mutación genética más ventajosa. Luego éste traspasa su aptitud a su descendencia. En un medio extremadamente competitivo cualquier ventaja tiene consecuencias importantes en la especie. La evolución biológica es un mecanismo de estructuración de la materia viva que es acumulativo, traspasando los cambios de una generación a las generaciones futuras.Pero también es un mecanismo sumamente conservador y  direccional, lo que impide que la materia se pueda estructurar en cualquier forma imaginable. Consiste en pequeñas mutaciones genéticas en los individuos que se generan al azar y en forma aleatoria y que prevalecen en la especie por ser neutros o se propagan en ella por ser genéticamente favorables. Una mutación favorable puede generar profundos cambios en el fondo genético de la especie. Los que son inviables y/o desfavorables desaparecen. Un carácter neutro puede tornarse favorable si el medio cambia o se produce una mutación complementaria. En el curso de generaciones, las mutaciones favorables se van acumulando y la especie se va transformando y hasta se torna en una especie diferente. La selección natural opera como un sistema de control de calidad. Los caracteres o aptitudes que resultan ser los más favorables frente a los embates del medio y la conquista y explotación de un nicho ecológico tienden a prevalecer, de modo que una especie se prolonga a través de los individuos más aptos. La muerte de todo organismo biológico es consecuencia de la evolución: la selección natural busca individuos prolíficos y un individuo incapaz de procrear por ser viejo resulta ser un competidor para los otros individuos de la especie; además la selección natural sucede cuando el individuo es prolífico y lamentablemente no cubre la vejez para hacerla más ventajosa. La estructura más compleja y de mayor funcionalidad de la evolución biológica es el ser humano, el homo sapiens del orden mamífero de los primates. 
El mundo aparece naturalmente a nuestros sapientes congéneres como caótico y desordenado, existiendo allí nacimiento, gozo, regeneración y también muerte, sufrimiento y destrucción. Antiguamente, los seres humanos se esforzaron en dar explicaciones para dar cuenta de esta aparentemente arbitraria situación y que resultaron ser mayormente míticas. Ahora, por medio de la ciencia moderna, podemos entender objetivamente este mundo, su evolución y desarrollo, pero del modo muy parcial que responde a cómo son las cosas, pero no a qué son y menos a por qué son. El dominio de la ciencia comprende las relaciones de causa-efecto que producen el cambio en la naturaleza; éstas están determinadas según las leyes naturales, siendo válidas para todo el universo. Todo lo que sabemos con mayor, menor o total certeza son las hipótesis científicas verificadas a través de la demostración empírica y la observación; éstas culminan en la definición de las leyes naturales que rigen la causalidad del universo. Sin embargo, el conocimiento del universo cubre apenas una parte de la realidad. El problema es que nos es imposible conocer la mayor parte de la realidad en nuestra limitada existencia temporal, por lo que ésta sigue siendo un misterio para nosotros.
En el ser humano la estructuración evolutiva ha seguido dos caminos diversos, el social y el biológico-psicológico del individuo. Referente al primero, la tropa de primates evolucionó hacia la tribu de homo sapiens, en una escala superior. La adquirida habilidad comunicacional centrada en el lenguaje, que estructura el pensamiento colectivo, y la habilidad intelectual en el desarrollo de técnicas para apropiarse del medio generaron la cultura. La organización tribal, que asentó en el genoma sus características durante una larga existencia, se desarrolló para la defensa, el bienestar y la explotación de los recursos económicos según las ambivalencias humanas individuo/sociedad e inmanencia/transcendencia. El individuo es naturalmente egoísta para satisfacer sus instintos de supervivencia y reproducción, pero al mismo tiempo necesita cooperar y ser solidario para lograr este mismo objetivo. Asimismo, el individuo es por una parte indigente, requiriendo la asistencia de los demás, y es por la otra providente, pudiendo asistir a los demás. Todo individuo tiene necesidad de pertenecer a un grupo y ser reconocido, pero por este mismo hecho él excluye a individuos de otros grupos, llegando a considerarlos como adversarios y hasta enemigos. Todo individuo requiere que sus necesidades vitales a vivir, a ser libre, a ser protegido, a poseer los medios para cumplir estos requerimientos le sean reconocidos como derechos humanos o naturales por la sociedad para que sean efectivos, por lo que él, más que sujeto de derechos, es en realidad objeto de los mismos. El ideal de justicia y equidad es reconocer proporcionalmente que los individuos, cuyo origen es ínfimo y precario, tienen objetivos propios que trascienden los objetivos de la sociedad, de ahí el imperativo de resguardar los derechos humanos. También todo individuo reconoce liderazgos, aunque éstos muchas veces tienden a transformarse pronta y psicológicamente en déspotas y abusadores del poder; el liderazgo de una sociedad suele ser utilizado para intimidar, engañar, expoliar, explotar, destruir, guerrear y matar. La república busca entrabar el poder arbitrario, pero fácilmente ella se corrompe; la democracia legitima la república, pero el poder que genera, que es para procurar, no el bien particular, sino que el bien común, es fácilmente cooptado por intereses económicos espurios. Un individuo es bombardeado constantemente por la publicidad comercial que presenta un modelo artificial del deber ser y su andar trastabilla; su criterio es manipulado por los intereses de la plutocracia: progresismo y crecimiento económico, felicidad en el consumo, orden social en la propiedad privada, disciplina laboral, intranscendencia en el pasatiempo, promoción económica en la educación.
En este proceso, surgió la propiedad y su apropiación por otros medios que el trabajo, lo que resultaron ser las mayores causas de los conflictos sociales, políticos y económicos. Considerando que la riqueza es escasa en relación a su demanda, pudiendo satisfacer alternativamente las necesidades de muchos consumidores, su apropiación o distribución debería regirse por la justicia y la equidad. Sin embargo, en una desigual relación la propiedad tiende a concentrarse en pocos en detrimento del trabajo, ya que en el libre mercado éste es siempre ofertado y aquél es siempre demandado. Adicionalmente, el capital se ha hecho especulativo y usurero, perdiendo su función natural de ser uno de los factores de la producción. En nuestra época la acumulación privada del capital es causa de insolubles problemas; la abusiva apropiación de riqueza y su enorme concentración y poder pondrán término irremisiblemente a nuestra civilización capitalista. La propiedad privada del capital no es un derecho natural e inalienable, como desde John Locke (1632-1704) el liberalismo económico nos ha hecho creer. Su origen ha sido corrientemente la violencia del poder arbitrario y la expoliación; su acumulación ha sido efecto de la codicia y el egoísmo. La propiedad acumulativa y privada del capital es la causa de las peores perversiones que la humanidad debe sufrir, distorsionando los valores humanos y el sentido de la vida y constituyéndose en el más injusto privilegio.
Respecto a la evolución biológica-psicológica, los seres humanos somos animales desde el momento de nuestra concepción, cuando se unen dos células progenitoras o gametos para originar el embrión. Posteriormente, las etapas del desarrollo embrionario de un ser humano individual reproduce, en el mismo orden, el desarrollo evolutivo de sus antepasados remotos desde la misma unidad celular, pasando por organismo pluricelular, pez, anfibio, reptil y mamífero. Después, su desarrollo es fetal, hasta que nace. Los seres humanos se caracterizan del resto de los animales por el mayor tamaño y funcionalidad del cerebro. Tanto animales como vegetales somos sistemas biológicos definidos por nuestro genoma que se remonta a un único ser progenitor, que fue una primitiva célula; los animales nos distinguimos del resto de los organismos por nuestros instintos; los seres humanos nos distinguimos del resto de los animales por nuestra razón. Todos los organismos biológicos somos sistemas abiertos que dependemos constantemente de nueva energía; los vegetales se asientan en lugares ricos de nutrientes que van absorbiendo: nitrógeno, agua, carbono, minerales; nosotros animales, debemos buscarlos activamente, ya sea como consumidores primarios o como consumidores secundarios.
Tres son las instancias por las que los animales nos relacionamos con el medio; cognitiva: a través de los sentidos de percepción, el animal obtiene una imagen de la realidad respecto a amenazas, alimentos y cobijo que permiten su supervivencia; afectiva: su emotividad reacciona al tipo de acción externa mediante deseos o impulsos de acercamiento, huida o neutralidad; efectiva: determina su reacción instintiva más apropiada y actúa. Su memoria es un complemento fundamental a dichas instancias para registrar en su mente los tres momentos y presentarlos oportunamente como experiencia en esta suerte de aprendizaje de prueba y error por el cual le confiere un comportamiento más autónomo que el puro instinto. Las cuatro instancias (cognitiva, afectiva, efectiva y memoria) se unifican en la conciencia. La conciencia es la capacidad que posee un sujeto para adquirir la representación de un objeto e interactuar con éste. En la medida que la escala aumenta, estas instancias se complejizan relacionando estas representaciones según caracteres comunes.
La conciencia más simple de todas es la conciencia de lo otro, que es acerca de las cosas que nos rodean. Este tipo de conciencia, que poseemos todos los animales con sistema nervioso central, proviene de la capacidad natural de reconocer en mayor o menor grado objetos que a nosotros pueden afectarnos o que pueden ser afectados por nuestras acciones. La acción que surge de la informa­ción provista por este tipo de conciencia está condicionada por los instintos de supervivencia y reproducción, que son funcionales a la prolongación de la especie. La intensidad de esta con­ciencia varía desde el simple reconocimiento de luminosidad o temperatura hasta la comprensión de las fórmulas químicas más complejas. En la misma escala, tenemos emociones, es decir, adquirimos estados afectivos de agrado o desagrado, de bienestar o sufrimiento, de atracción o repulsión, de euforia o ansiedad, de seguridad o temor, de tranquilidad o desasosiego, buscando el primer término y rehuyendo del segundo. El principio de dichos estados es la sensación de placer o dolor, o una mezcla de ambos. La satisfacción de los apetitos y de las carencias que posibilitan la supervivencia y la reproducción produce placer. En cambio, los apetitos no satisfechos y la integridad dañada son dolorosos. La acción efectiva en esta escala es instintiva, siendo impulsada por nuestra supervivencia.
La estructuración de la conciencia de sí, que poseemos sólo los seres humanos y que es el de pensar, sentir y actuar, fue una ventaja adaptativa significativa, pues fortaleció nuestra autonomía y atenuó el determinismo del instinto, lo que nos capacitó para adaptarnos con mayor facilidad frente a las vicisitudes del medio. El individuo humano se ve a sí mismo como un sujeto de una acción intencionada y por tanto reflexionada según su pensamiento racional y abstracto. Indudablemente, dicho salto evolutivo del sistema nervioso central demandó la mayor estructuración y complejidad conocida de la materia.
El ser humano tiene la realidad cognoscible como su medio de existencia consciente y ésta no está tan solo llena de objetos que lo pueden alimentar, cobijar o cazar, que es la realidad significativa para un animal. La realidad que él conoce es la sensible y, por lo tanto, pertenece a la realidad material del universo.  Él es capaz de generar estructuras psíquicas, que son representaciones de objetos de esta realidad, en forma de percepciones e imágenes a partir de la materialidad biológica y electro-química del sistema nervioso central y de las sensaciones que proveen los sentidos de percepción. De las sensaciones como unidades discretas él genera percepciones en una escala superior; de las percepciones como unidades discretas él genera imágenes en una escala aún superior. Pero a diferencia de todo animal su más evolucionado cerebro tiene capacidades cognoscitivas distintivas. Para ello se ayuda del sistema del lenguaje que emplea primariamente para comunicarse simbólicamente con otros seres humanos y también para acumular información y desarrollar aprendizaje y cultura.
 Primero el cerebro del ser humano tiene la capacidad para estructurar relaciones lógicas del modo si A es B y todo B es C, entonces A es C. Ciertamente, la tecnología cibernética ha conseguido la estructuración lógica-matemática de manera artificial a velocidades extraordinariamente superiores y sin error alguno. En segundo término, el ser humano tiene capacidad de pensamiento abstracto, pudiendo  a partir de imágenes como unidades discretas estructurar en su mente en una escala superior todo un mundo conceptual o ideas que buscan representar el mundo real que experimenta y comprender el significado de las cosas y de sí mismo, incluso más allá de cualquier condicionamiento cultural. La tecnología de la inteligencia artificial aún no incursiona en este ámbito. En esta escala el ser humano estructura las relaciones ontológicas, que son relaciones de ideas de cosas por lo que tienen en común, y en una escala superior él puede estructurar hasta relaciones metafísicas, que son relaciones de ideas de ideas verdaderas por lo que tienen en común. En tercer lugar él también puede comprender las relaciones causales naturales cuando las ontologiza, es decir, cuando relaciona relaciones naturales de causa-efecto en ideas universales y advierte una ley natural.
En la escala de la conciencia de sí la felicidad y la tristeza son la estructuración fundamental afectiva y proviene de la dicotomía placer/dolor propio de la escala más primitiva de la conciencia de lo otro. De este sentimiento derivan secundariamente, en la misma escala, una serie de estados de ánimo de gran complejidad. Consideremos los si­guientes entre otros muchos: amor/odio, confianza/angustia, valentía/cobardía, espe­ranza/desesperanza, optimismo/pesimismo, perdón/venganza, desprendimiento/codicia, euforia/pesadumbre, arrojo/temeridad, amistad/rencor, sonrisa/congoja. También la conciencia de sí estructura reacciones mixtas de sentimientos de una escala de complejidad mayor: arrogancia, melancolía, desazón, amargura, admiración, arrepenti­miento, vergüenza. Por último se producen actitudes de comportamiento con fuertes elementos sentimentales, como el orgullo, la sober­bia, la envidia, la avaricia, la codicia y tantas más. Estas actitudes pueden ser dominadas por un sujeto con un propósito transcendente.
La vida es energía que se consume en el esfuerzo para sobrevivir y reproducirse; la vida humana es energía que se consume además tras un propósito trascendente (tránsito en el mismo nivel),  incluso transcendente (tránsito a otro nivel), que su razón ha estructurado como posibilidad o proyecto, incluso como necesidad. Los sentimientos producen la motivación afectiva para actuar. En la escala de la conciencia de sí la acción humana no es únicamente una reacción autónoma que surge instintivamente ante algún estímulo. A diferencia de la acción instintiva, la acción humana es intencional y responsable. La forma de pensamiento racional (o lógica) y abstracta (o conceptual) faculta al ser humano para deliberar antes de actuar. Así, la efectividad humana se caracteriza porque es volitiva. Ella es una acción por la cual la persona auto-determina racionalmente sus opciones o alternativas. A través de la reflexión esta actividad intelectual le per­mite tener conciencia de sí mismo como sujeto de la acción, sabiendo en consecuencia que ésta puede no sólo afectar tanto a un objeto como a sí mismo, sino que también saber el modo que su acción puede afectar al objeto y a sí mismo. Antes de actuar, el ser humano razona, delibera, pondera, planifica, cavila, reflexiona e imagina como proyecto de futuro en términos de una determinación de las múltiples posibilidades. No sólo puede imaginar el curso de la acción, él puede tener además una concepción abstracta del “deber ser” y puede prever hasta qué punto el efecto de su acción será compatible con dicha concepción. Es mucho más que una respuesta a los simples anhelos de supervivencia y reproducción, pues se desenvuelve dentro de un contexto moral subjetivo y también cultural social. En síntesis, la acción humana es intencional porque la persona se sabe sujeto de una acción a la cual ha dado un propósito que ha deliberado; la intención tiene un propósito razonado que por su propia voluntad la persona puede alcanzar. Por lo tanto, de todos los demás seres del universo únicamente el ser humano es capaz de liberarse del condicionamiento natural, determinista, afectivo y hasta ritual cuando ejecuta una acción intencional.
Lo que caracteriza la acción intencional es la libertad. Ésta es la capacidad personal para la autodeterminación. Ella no se refiere a una emancipación de condicionamientos materiales, morales, intelectuales o espirituales, tampoco la define solo la posibilidad de elección, según exige el libre mercado, potestad que tienen también los animales. La libertad es acción en las tres instancias de la conciencia. En lo intelectual la libertad se ejerce para buscar la verdad, superar la ignorancia y, sobre todo, los prejuicios y obtener, no tanto información y conocimiento, sino sabiduría. En lo afectivo la libertad se ejerce para ser feliz al superar el miedo, la angustia y el sufrimiento. En el plano de la efectividad, que es propiamente el de la acción intencional, la libertad se ejerce desde la perspectiva moral, no tanto para buscar el bien y evitar el mal, que no son fuerzas o estados objetivos, sino para superar el odio y conseguir amar. La libertad demanda responsabilidad y puede por tanto ser enjuiciada. La acción intencional tiene tres momentos para ser enjuiciada: antes de la acción puede ser enjuiciada por la norma moral, que es transcendente y merece el juicio divino; la ejecución de la acción puede ser enjuiciada por la norma jurídica, suponiendo la existencia de una intención; por último, el efecto social-cultural de la acción puede ser enjui­ciada por la norma ética de la sociedad. La libertad es fundamental en la relación personal con Dios. El accionar de la libertad que permite la conciencia de sí conduce al desarrollo de la conciencia profunda, que es el máximo estado en la existencia humana en su etapa corporal o terrenal, siendo entonces la libertad una bisagra entre ambos tipos de conciencia.
La recién mencionada conciencia profunda, que también podemos identificarla con lo que se entiende por lo espiritual, está en una escala de conciencia aún mayor. En esta escala se puede advertir que el espíritu se mueve en un ámbito que transciende el instinto de supervivencia, pues intuye que la muerte no acaba con su existencia, solo acaba con su cuerpo. Cuando el ser humano reflexiona sobre el por qué de sí mismo, llegando a la convicción de su propia y radical singularidad, su multifuncionalidad psíquica es unificada por y en su conciencia, o yo mismo, pero no de modo mecánico, sino transcendente y moral. La transcendencia es el paso desde las energías cuantificada y condensada, propias de la materia y que se estructuran a sí mismas, hasta la energía desmaterializada o psíquica que la persona estructura por sí misma. La material psiquis de un sujeto humano transforma la energía cuantificada-condensada en energía psíquica (sin recurrir a la supuesta glándula pineal cartesiana) por mera reflexión en esta escala y la contiene. Para admitir lo anterior, se debe aceptar que la energía es naturalmente anterior y mayor que la materia, que la energía posee distintos modos de existir y estar contenida (primigenia, cuantificada, condensada, potencial, cinética, psíquica), que la energía psíquica es irreversible y no retorna a un modo anterior, que es independiente del tiempo y el espacio, que no tiene efecto directo sobre la materia. Primero, estos elementos de energía cuantificada-condensada se estructuran naturalmente en las neuronas asociativas y de memoria de un sujeto vía los propios mecanismos electro-químicos del cerebro. Segundo, dicho paso, no es tan solo un proceso o un mecanismo, sino también es, en el mismo acto, un cuño que impone la intención en la conciencia. Tercero, el cuño produce una réplica o reflejo desmaterializado de una “unidad” de energía, sin otros efectos materiales. Cuarto, la réplica es sumada a la mismidad del sujeto o de la conciencia profunda del sujeto y es contenida allí. Si el individuo se estructura a partir de partes materiales que anteriormente pertenecieron a otros individuos y pertenecerán en el futuro a nuevos individuos, la persona se estructura a partir de “unidades” de energía que son reflejadas, replicadas, duplicadas o psicologizadas, que son las instancias propias de la conciencia  ̶ las ideas, los sentimientos y las acciones intencionales ̶  que él estructura o construye en el curso de su vida y que permanecerán en lo sucesivo estructuradas en su mismidad mientras exista, es decir, transcendiendo su muerte biológica hasta llegar a la eternidad.
Si la conciencia de sí puede llegar a advertir que el yo es único y que su existencia transcurre en una realidad objetiva que su intelecto la representa como verdadera, la conciencia profunda transciende esta materialidad y viene a ser la estructuración de la energía psíquica como producto del intencionar, forjando indeleblemente en sí mismo la actividad cerebral de un modo desmaterializado. Estos contenidos se reflejan en la conciencia profunda como contenidos de solo energía psíquica, sin base neuronal, y, por tanto, inviolables a la muerte. Como ejemplo de la espiritualidad de la conciencia profunda y las tres instancias de nuestra relación con la realidad, su conocimiento se basa en la verdad, la realidad, la apertura, la comprensión, la coherencia, la consistencia; su afectividad siente coraje, humildad, fortaleza, valentía, resistencia, alegría, templanza, sencillez, felicidad y su efectividad genera voluntad, libertad, generosidad, entrega, acogida, abnegación, solidaridad, amor.
Reiterando, el punto de partida de este tránsito a lo inmaterial es la acción intencional, que depende de la razón y los sentimientos, que se identifica con el ejercicio de la libertad y con la autodeterminación, que se relaciona al otro a través del amor o el odio, en fin, que caracteriza al ser humano y lo diferencia radicalmente de los animales. La conciencia profunda reconoce (subjetivamente) que la realidad (objetiva), no es solo material, sino que también es transcendente, y la puede conocer con otros “ojos” que ven la experiencia sensible, los cuales podrían abrirse completamente solo tras la muerte fisiológica. El alma no preexiste en un mundo de las Ideas, al estilo de Platón, para unirse al cuerpo en el momento de la concepción, sino que se forja en el curso de la vida intencional. El temple lo proporciona cada persona. Esta metempsicosis transforma lo inmanente de la cambiante materia en lo transcendente de la energía inmaterial, psíquica. La estructuración de una mismidad singular como reflejo de la actividad psíquica de su particular deliberación es el máximo logro de la evolución que, a partir de materia y energía cuántica-condensada, produce energía psíquica estructurada. La acción intencional de donación y entrega es recíproca en el sentido de que mientras se da, se amerita al mismo tiempo la salvación celestial del alma, siendo que las principales virtudes humanas se referencian al prójimo: la justicia, que es dar al otro lo que le corresponde, y el amor, que es dar al otro lo que necesita.
Frente a la pregunta, “¿por qué Dios permite el sufrimiento y la muerte?, la respuesta impide acusarlo de injusticia. En el devenir de un ser humano la  etapa de su existencia que comienza en su misma concepción y termina en la muerte es una etapa biológica, en la que él sufre necesariamente placer y dolor. En cambio, la existencia humana se desarrolla en distintas etapas de conciencia hasta conducir a la misma eternidad, como la metamorfosis que culmina en una bella mariposa. Una de estas etapas, la de la conciencia de sí, el dolor, que es parte del mecanismo instintivo de supervivencia, se transforma en sufrimiento; nuestra cultura tiene una distorsión al suponer que el propósito de la vida biológica es, por el contrario, la felicidad, en circunstancias de que el verdadero designio de la vida humana es prepararnos moral e intelectualmente para responder libremente a la invitación de Dios a integrar su Reino, donde la felicidad será plena. La realización personal tiene por destino, no esta vida como supuso el psicoanalista Alfred Adler, quien propició la autorrealización aquí y ahora, sino la existencia después de la muerte. Así, el ser humano puede definirse, más que como animal racional, según creyó Aristóteles, como un ‘animal transcendente’ que transita de lo animal a lo humano y a la energía personal del espíritu, de lo inmanente a lo transcendente. Desde esta perspectiva el sentido de la vida es doble: vivir plena y conscientemente la vida, estando consciente de la vida eterna y sus demandas, y en que debe predominar la conciencia profunda sobre las otras escalas de conciencia. Naturalmente, todas las anteriores explicaciones son especulativas y no se asientan ciertamente en conocimiento científico o empírico alguno, pues están fuera del ámbito de lo material, dentro del cual solo conocemos lo sensible, pero está en sintonía con los sucesos místico y parapsicológico reconocidos y surge de superar el dualismo del ser metafísico por la energía, que incluye tanto lo material como lo inmaterial.
Cuando la muerte, propia de todo organismo biológico, desintegra la estructura del individuo, subsiste la persona, que es propiamente la estructura del yo mismo puramente de energías psíquicas y diferenciadas que se han unificado en la conciencia profunda durante su vida. La muerte supone la destrucción irreversible del vínculo de la energía estructurada del yo mismo, inmortal, con su cuerpo de materia estructurada que la contenía, manifiestamente incapaz ahora de vivir. El espíritu no muere, el cuerpo no resucita. Considerando que ya no resulta necesario satisfacer los instintos biológicos de supervivencia y reproducción, como tampoco estar sujeto a ningún otro instinto, en su nuevo estado de existencia, el yo personal se libera del consumo de energía de un medio material y, por tanto, de la entropía, lo que significa también que su acción ya no puede tener efectos sobre la materia. Asimismo, desaparecen nuestros atesorados conocimientos y experiencias de la realidad del universo material que percibimos a través de nuestros sentidos animales como también nuestra forma de pensamiento racional y abstracto y memoria basados en el cerebro biológico.

Surgiría una forma nueva, inmaterial, transcendente, de pura energía psíquica, pero implícita en la conciencia profunda, incomparablemente más maravillosa para conocer y relacionarnos correspondientemente con a esa insondable y misteriosa realidad que se nos presentaría en “la otra dimensión”, todavía imposible de conocer en nuestra vida terrena. Pero la persona, ahora reducida a lo esencial de su ser, necesitaría y buscaría afanosamente un contenedor de su propia y estructurada energía psíquica para poder manifestarse y expresarse en forma plena. La esperanza es que quien en su vida ha reconocido de alguna manera a Dios, ha buscado la verdad y ha sido justo y bondadoso según, por ejemplo, la enseñanza evangélica, cuando muere estará finalmente en condiciones de acceder al Reino de misericordia y bondad y con una existencia colmada de sabiduría, felicidad y amor, que Jesús conoció (¿a través del fenómeno “experiencia fuera del cuerpo”?) y enseñó. De ahí que su condición en la “otra vida” sea un asunto de opción moral personal durante su vida terrena. Al no estar inmerso en la materialidad, ya no se interpone el tiempo ni el espacio que lo mantienen separado de Dios. Así, la energía liberada originalmente por Dios retorna a Él estructurada en el amor.

Los títulos y contenidos de los libros de esta obra son los siguientes:

Libro I, La materia y la energía (ref. http://unihum1.blogspot.com/)

No es posible filosofar con consistencia y verdad prescindiendo de la ciencia. Pero también resulta necesario filosofar sobre esta misma ciencia y sobre el conocimiento que ha develado. Esta necesidad demanda encontrar un principio unitario para el universo con el objeto de recuperar la visión sistemática de la realidad, perdida precisamente con el advenimiento de la ciencia. Para ello analiza los conceptos de materia, energía, tiempo, espacio, causa, efecto.


Capítulo 1. Materia primordial (http://unihum1a.blogspot.com/)

El universo es material y la materia es universal, identificándose ambos mutuamente. Tuvieron un origen en una causa extrauniversal e inmaterial que puede ser postulada, pero no conocida naturalmente. Tampoco la finalidad que pueda tener su evolución puede ser conocida, aunque la materia en sí misma puede explicar el cambio y la evolución de las cosas del universo. La materia (la masa y la carga eléctrica) y la energía que contiene el universo se encuentran tras la estructura y la fuerza de las cosas, estando la funcionalidad de las partículas fundamentales en el origen de toda estructuración y de toda fuerza, y siendo el empleo de la energía, no fuente de desorden, sino que de mayor complejidad y estructuración.

Mecánica
Termodinámica
Relatividad

Capítulo 2. Materia fundamental (http://unihum1b.blogspot.com/)

En la escala más fundamental la energía se transmite en forma discontinua e indeterminista mediante cuantos. En la escala superior este indeterminismo se transforma en determinismo al ser comprendido como un fenómeno estadístico. Esta relación de indeterminación propia de una escala a determinación en una escala superior, mediada por al estadística, puede extenderse a todos los sistemas y procesos de todas las escalas del universo. La estructuración de la materia tiene su principio en las partículas fundamentales, las más pequeñas unidades de la materia. Por su parte, estas partículas son la condensación de la energía primigenia y son centros y orígenes de las fuerzas fundamentales y del espacio-tiempo. En esta escala no funciona la geometría. Tampoco existe un continuo espacio-temporal, puesto que el espacio-tiempo no es preexistente a las cosas, sino que es consecuencia de la interacción de las partículas. Aquellas partículas son tan funcionales que no se encuentran solas, sino que como unidades discretas de las estructuras subatómicas. A partir de ellas la totalidad del universo se ha ido estructurando.

Desentrañando lo ínfimo
Lo fundamental
Fuerzas forzadas
Espacio-tiempo cuántico

Capítulo 3. Materia cósmica (http://unihum1c.blogspot.com/)

El universo tuvo un comienzo en un espacio infinitamente pequeño y con una energía infinitamente grande. Posee una unidad fundamental por origen, lo que condiciona que en toda su amplitud operen las mismas leyes universales. Su dimensión es el espacio que se ha venido expandiendo a la velocidad de la luz desde el instante de su creación, hace unos quince mil millones de años atrás. Su límite es el tiempo presente. La fuerza de gravedad que atrae la masa para formar cuerpos celestes y que los mantiene orbitando proviene de una energía inagotable, producto de la propia expansión del universo.

El big bang
El observador
Gravitación y expansión
Límites de la materia y la energía
La energía en evolución

Ensayos anexos:

La energía – de la física a la metafísica hasta la parafísica (http://unihum1energia.blogspot.com)

Aquello que designamos como “energía” sirve para referirse tanto el componente fundamental de toda la materia del universo como lo que permite a la materia interactuar entre sí, cambiar y también evolucionar. También lo “espiritual” es energía, como veremos. La base del universo son la materia, la energía, el espacio, el tiempo y habrá que agregar la estructuración. Siendo la energía tan fundamental, resulta muy importante entender qué realmente es. Hasta ahora la física ha dado pasos gigantescos para comprenderla. A continuación haremos una breve revisión de lo que ella ha llegado a saber, para continuar posteriormente con reflexiones más filosóficas.

Geometría de velocidades muy altas (http://unihum1metrocosmoses.blogspot.com)
Es posible decir algo significativo en relación a la forma y el tamaño del universo solo bajo el punto de vista de una geometría que considera velocidades muy altas. Esta geometría es comprensible como la síntesis de la teoría de la relatividad y el principio de Hubble de la expansión del universo, en el que ambos han sido modificados por la adición de un corolario a cada uno de ellos. Con el fin de mantener la simetría, en el mismo grado que el objeto que se aleja del observador cercano a la velocidad de la luz, que de acuerdo con la contracción de FitzGerald se acorta en el eje común entre objeto y observador, el plano transversal del objeto a este eje debe recíprocamente agrandarse. El corolario de la teoría de Hubble es que a la afirmación "mientras más rápido, más lejano" hay que añadir "y más joven." Esta geometría bien puede dar cuenta tanto de muchas preguntas, tales como la gravedad y el bosón de Higgs, como de las contradicciones planteadas por observaciones recientes del fondo del universo que han cuestionado tanto los conocimientos que aceptamos y que han dado lugar a explicaciones extrañas, tales como la aceleración de la expansión del universo, la inflación cósmica, la energía oscura y la materia oscura.

Geometry of Very High Velocities (http://unihum1metrocosmos.blogspot.com)

To say something meaningful regarding the shape and the size of the universe is only possible under the viewpoint of a geometry that considers very high velocities. This geometry is comprehensible as the synthesis of the special theory of relativity and Hubble’s principle of the expansion of the universe, in which both have suffered remaking by the addition of a corollary to each one of them. In order to keep symmetry, in the same degree as the object that recedes from the observer close to the speed of light, according to the contraction of FitzGerald, becomes shorter to him in their common axis, the object’s traverse plane to this axis must become reciprocally lengthened. The corollary to Hubble’s theory is that to the statement “the faster, the farther” it must be added “and the younger.” This geometry can thoroughly account for all the many questions and contradictions raised by recent observations of the background of the universe which have so much challenged our accepted knowledge and which have led to bizarre explanations, such as accelerating universe expansion, cosmic inflation, dark energy and dark matter.

Objeciones a la Teoría General de la Relatividad (http://unihum1teoriageneral.blogspt.com)

La cosmología moderna actualmente aceptada por la comunidad científica parte de fundamentos filosóficos particulares y lo que ha desarrollado es una visión particular de la realidad cosmológica apoyada ciertamente en modelos matemáticos. La Teoría General de la Relatividad de Einstein es su punto de referencia. Aunque su Teoría Especial de la Relatividad efectivamente revolucionó la física y constituye un hito muy importante del pensamiento humano, tal vez no se pueda decir lo mismo de su teoría general, pues, como se intentará mostrar en este ensayo, asume algunos conceptos filosóficos que no han sido debidamente criticados.


Libro II, El fundamento de la filosofía (ref. http://unihum2.blogspot.com/)

Este libro analiza lo que relaciona y lo que separa a la filosofía y a la ciencia; expone la concepción histórica de la relación entre la idea y la realidad, la razón y el caos; critica a la filosofía tradicional en lo referente a la dualidad espíritu y materia que proviene de la antigua antinomia de lo uno y lo múltiple, y sienta nuevas bases para una metafísica a partir del conocimiento científico.

Capítulo 1. El contexto cultural e histórico (http://unihum2a.blogspot.com)

La cultura occidental, como toda otra cultura, se erige sobre los pilares del saber supuestamente revelado, que son los mitos, y del saber adquirido por la experiencia. Mi propósito es indagar sobre el segundo pilar, que en la cultura occidental ha tenido un imponente desarrollo. No obstante, éste se encuentra peligrosamente escin­dido en las dos ramas del conocimiento objetivo, la filosofía y la ciencia. En la indagación de estas dos ramas del saber, que será la materia de este libro, se procurara encontrar la forma de articularlas de modo de superar las contradicciones.

La cultura occidental
La sabiduría revelada
La sabiduría natural

Capítulo 2. Filosofía y ciencia, los dos pies del conocimiento objetivo (http://unihum2b.blogspot.com)

En rechazo al mito y la superstición la filosofía surgió hace 2.500 años para conocer la realidad en forma objetiva. Desde el Renacimiento la ciencia ha venido criticando la filosofía por su dualismo y la ha suplantado como método de conocer. Ahora se ha visto que aquella no logra dar cuenta de las preguntas cruciales levantadas por ésta, sumiendo a la cultura contemporánea en el relativismo. Ambas ramas del saber objetivo tienen no sólo su legítimo lugar en el conocimiento objetivo de la realidad, sino que se necesitan mutuamente. La filoso­fía debe ser validada por la ciencia para ser relevante y la ciencia solo puede encontrar su unidad y sentido en la filosofía.

Filosofía versus ciencia
La irrupción de la ciencia
Complementación
Relaciones
El interrogar
Particularidades
Dependencia
Verdades
Conclusión

Capítulo 3. El discurso filosófico histórico (http://unihum2c.blogspot.com)

El discurso filosófico histórico, que buscaba desde sus inicios encontrar la significación y el sentido último de las cosas, partió con gran realismo en la antigua Grecia. Pero al poco andar, seducido por el sentido trascendental que es posible extraer del caos aparente del mundo sensible, introdujo, a partir de los últimos presocráticos, una artificiosa polaridad entre lo uno y lo múltiple, debido justamente a un desconocimiento básico del funcionamiento de las cosas en el universo. La distancia entre los términos de la polaridad fue creciendo entre la inmuta­bilidad de la idea y la mutabilidad del mundo sensible, y en el transcurso del tiempo se ahondó hasta convertirse en la tajante dualidad que incluye los términos irreconciliables de espíritu y materia, y llegar a establecer la imposibilidad de conocer las cosas en sí mismas. Tanto con el racionalismo como con el idealismo, la distancia entre lo caótico e informe del mundo sensible y el orden y eternidad de la idea no sólo se hizo insalvable, sino que fue acentuada intencionalmente tras la búsqueda de lo absoluto y lo perfecto.

La realidad y la idea
Uno y múltiple
Edad antigua
Edad media
El racionalismo
El empirismo
Kant
Siglos XIX y XX

Capítulo 4. Crítica a la filosofía tradicional (http://unihum2d.blogspot.com)

La contradicción fundamental en el discurso filosófico del ser, surgida tras los postulados antagónicos de Parmédides y Heráclito, fue superada sólo cayendo en la dualidad espíritu materia, en contra del ideal de la unidad natural del univer­so, el que contiene sólo lo múltiple y lo mutable de la materia. Tradicionalmente, la filosofía ha supuesto que la unidad y la inmutabilidad están vinculadas con la inmaterialidad de la idea, en tanto que la multiplicidad y la mutabilidad pertenecen a lo caótico del mundo sensible. De ahí se supuso que la idea debe ser concebida por una mente de naturaleza inmaterial y, por tanto, espiritual. Se ha supuesto también que es imposi­ble adquirir proposiciones de carácter trascendental a partir de la experiencia del mundo sensible, siendo ello posible únicamente por una acción de una razón de naturaleza espiritual. La ciencia, por su parte, ha encontrado que esta dualidad es un concepto arti­ficioso y erróneo, pues contradice la realidad que ha ido descubriendo, siendo la unidad del universo lo central y siendo además lo múltiple y mutable su forma de ser.

Introducción al tema
Contradicciones
La razón frente al caos
El espíritu y la materia
La trascendentalidad de una proposición sintética
Conclusión


Libro III, La clave del universo (ref. http://unihum3.blogspot.com)

La complementariedad de la estructura y la fuerza es el fundamento del universo y sus cosas, siendo coextensiva del ser, y que es el tema tanto de la ciencia como de la filosofía, con lo que se supera toda contradicción entre ambas ramas del saber objetivo.

Introducción – El problema gnoseológico actual (http://unihum3i.blogspot.com)

Capítulo 1. Ser y complementariedad (http://unihum3a.blogspot.com)

El conocimiento filosófico se debe fundamentar en el conocimiento científico, validado experimentalmente, para obtener conclusiones propiamente filosóficas que sean reales, relevantes y no contradictorias con las de la ciencia. El concepto de la complementariedad de la estructura y la fuerza es el principio de la fundamentación tanto de la filosofía como de la ciencia. Tiene la misma extensión que la noción de ser, identificándose con éste, pero se la diferencia porque es relevante para la ciencia.

Condiciones de la complementariedad
Del ser a la complementariedad
La complementariedad

Capítulo 2. La complementariedad estructura y fuerza (http://unihum3b.blogspot.com)

La complementariedad estructura y fuerza surge naturalmente de los conceptos de materia y energía, los cuales son las manifestaciones fundamentales del universo. Los parámetros dimensionales de espacio y tiempo se comprenden justamente por los dos términos de dicha complementariedad. Cuando hablamos de estructuras y fuerzas, descubrimos funciones y escalas. Las cosas están causalmente relacionados entre sí de dos maneras: entre las estructuras dentro de la misma escala, y jerárquicamente cuando se refiere a una estructura que pertenece a una escala mayor que las contiene o cuando las estructuras que pertenecen a una escala menor le son referidas. Todas las cosas son estructuras que contienen estructuras de una escala menor como subestructuras o unidades discretas digitales, llegando a las mismas partículas fundamentales, que son a la vez unidades discretas digitales de estructuras de una escala superior. La complementariedad es tan universal y necesaria como el mismo ser y es válida desde el mundo microscópico de las partículas subatómicas fundamentales hasta el mundo macroscópico que se identifica con el universo mismo.

Introducción
La estructura y la fuerza como los dos lados complementarios de las cosas
Estructura
Fuerza
El espacio-tiempo
En un principio
Dimensión del espacio-tiempo
Conclusión

Capítulo 3. Estructura, fuerza y función (http://unihum3c.blogspot.com)

La relación causal está detrás de todo cambio y se explica por la estructura y la fuerza. El cambio sucede entre una estructura causa y una estructura efecto, donde el vínculo es la fuerza. Las únicas fuerzas que operan en el universo son las cuatro fuerzas fundamentales de la física. La combinación específica de fuerzas, que dependen de cada estructura particular, es la función. Las estructuras de la relación causal son funcionales porque contienen subestructuras que son a su vez funcionales, hasta llegar a las estructuras fundamentales donde operan las fuerzas fundamentales. Una cosa cambia de un modo tan característico que se puede inferir una ley universal, por lo que la relación causal es determinista, pero todo cambio posee la indeterminación fundamental.

Cambio y relación causal
Cambio y fuerza
Función
Cambio estructural
Funciones múltiples y multifuncionalidad
Complementariedad múltiple y mutable

Capítulo 4. Estructura y escala (http://unihum3d.blogspot.com)

Las cosas del universo son estructuras que se ordenan jerárquicamente en escalas de acuerdo a espacio y complejidad. A partir de las partículas fundamentales y hasta abarcar la totalidad del universo, toda estructura es subestructura de alguna estructura y contiene a su vez subestructuras. Sus subestructuras, que pertenecen a la escala inmediatamente inferior, son sus unidades discretas. La estructura de la escala más pequeña es la que relaciona y organiza las partículas fundamentales. La estructura de la escala más grande de todas las posibles es el mismo universo, ya que es la única estructura existente que contiene la totalidad de las cosas.

Estructuras y subestructuras
Jerarquías
Unidades discretas
Funcionalidad discreta
Particularidades

Capítulo 5. Causalidad y estructuración (http://unihum3e.blogspot.com)

La relación causal es determinista, constituyéndose este principio en el fundamento de las leyes naturales universales. Exceptuando la acción intencional humana, el cambio en la naturaleza no se produce persiguiendo una finalidad, sino que proviene de las funcionalidades de la causa y el efecto. El determinismo de la relación causal es consecuencia de ambas funcionalidades específicas. El cambio genera estructuración en una escala superior. Si una estructura de escala mayor es posible, es debido a la funcionalidad de las unidades subestructurales que la integran y, en último término, a la extraordinaria funcionalidad de las partículas fundamentales. Si el universo está constituido en la escala más pequeña de todas por estas partículas fundamentales, está a su vez determinado en sus posibilidades por la funcionalidad de tales partículas. Aunque sus posibilidades de estructuración son ilimitadas en cuanto a formas y escalas, están por otra parte determinadas en cuanto a los modos de las relaciones causales.

Determinismo
Predictibilidad
Funcionalidad fundamental
Progreso y teleología
Inteligencia
Potencial estructurador

Ensayos anexos:

Estructura, fuerza, función y escala (http://unihum3estructura.blogspot.com)

Cuando hablamos de estructuras y fuerzas, descubrimos funciones y escalas. Las cosas están causalmente relacionados entre sí de dos maneras: entre las estructuras dentro de la misma escala, y jerárquicamente cuando se refiere a una estructura que pertenece a una escala mayor que las contiene o cuando las estructuras que pertenecen a una escala menor le son referidas. La complementariedad estructura-fuerza, subraya que todas las cosas son estructuras que contienen estructuras de una escala menor como subestructuras o unidades discretas digitales, llegando a las mismas partículas fundamentales, que son a la vez unidades discretas digitales de estructuras de una escala superior, y también que generan las fuerzas. Ella la hace tan universal y necesaria como el mismo ser. Así, ella es válida desde el mundo microscópico de las partículas subatómicas fundamentales hasta el mundo macroscópico que se identifica con el universo mismo. El indeterminismo en cualquier escala se resuelve por el determinismo estadístico de la escala superior.

Structure, Force and Scale – A New Metaphysics of Being (http://unihum3structure.blogspot.com)

When we speak about structures and forces, we discover functions and scales. Things are causally interrelated in two ways: among structures within the same scale, and hierarchically when they are referred to a structure belonging to a higher scale that contains them or when structures belonging to a lower scale are referred to them. The complementarity structure-force underlines that all things are structures, that they contain structures of a lower scales as its substructures or discrete digital units, coming down to the fundamental particles themselves, that they are discrete digital units of structures of a higher scale, and that they generate forces. What makes it universal is that the complementary force comes from the four fundamental forces known which operate in the subatomic fundamental structure. The complementarity is valid from the microscopic world of the subatomic fundamental particles up to the macroscopic world identified with the universe itself. Indeterminism at any scale is resolved by statistical determinism at a higher scale.


Libro IV, La llama de la mente (ref. http://unihum4.blogspot.com/)

El tema de este libro es el cerebro humano, en sus funciones más humanas, analizado desde una perspectiva completamente material. En la generación de los conceptos más abstractos y las ideas más sublimes, sólo es posible advertir la actividad interneuronal de neurotransmisores e impulsos eléctricos de bajo voltaje. Se remite a una teoría del conocimiento que identifica las funciones psicológicas del cerebro, en tanto estructura fisiológica, con generadores de estructuras psíquicas, siendo ambas estructuras propias de nuestro universo de materia y energía, y descubre que las imágenes y las ideas son estructuraciones en escalas superiores que parten de las sensaciones y las percepciones de nuestra experiencia.


Capítulo 1. Evolución de la conciencia (http://unihum4a.blogspot.com/)

El cerebro es un órgano biológico y todo animal cerebrado lo posee. Como tal, ha adquirido su estructura funcional a través de la evolución biológica que va seleccionando las características que permiten la supervivencia y la reproducción. En consecuencia, dicho órgano ha evolucionado precisamente para permitir a los individuos de la especie relacionarse mejor con su ambiente y adquirir, por lo tanto, mejores posibilidades para sobrevivir y reproducirse. Además, este órgano se va desarrollando en cada individuo según pautas genéticas, en especial en su periodo de gestación y crecimiento. En los seres humanos el cerebro se distingue por su mayor volumen relativo respecto a los otros animales, lo que le ha posibilitado el pensamiento racional y abstracto, que es justamente la característica esencial que lo hace humano.

Cerebro y evolución
Cerebro y desarrollo

Capítulo 2. Estructura y funcionamiento del cerebro  (http://unihum4b.blogspot.com/)

El cerebro es una estructura fisiológica no homogénea compuesta por células, vasos sanguíneos y neurotransmisores. Desde el punto de sus funciones psíquicas, sus unidades discretas fundamentales son las neuronas. Éstas están interconectadas densamente y convergen en zonas particulares de estructuración, conformando un sistema extraordinariamente complejo y diferenciado e integrando algunas escalas incluyentes. En el cerebro, se registra la memoria a partir de las experiencias y se verifica la afectividad y la efectividad. Allí también se representa la realidad mediante percepciones, imágenes e ideas a partir de la información proveniente de sus terminales sensitivos. Por último, en el cerebro surge y se controla la acción instintiva e intencional del animal y el humano.

El cerebro
El sistema nervioso
El cerebro estructura

Capítulo 3. Las funciones psicológicas del cerebro (http://unihum4c.blogspot.com/)

El cerebro posee funciones propias que son psicológicas y son de tres tipos diferenciados: cognitivas, afectivas y efectivas. Estas funciones producen estructuras psíquicas. Sus existencias pertenecen a los impulsos electroquímicos que se dan entre las neuronas y de modificaciones proteicas en las sinapsis. En este continuo fluir de impulsos y en la incesante actividad cerebral se estructuran los contenidos de conciencia, las emociones y sentimientos y los instintos y la voluntad. Como toda estructura, sigue los principios de estructuración que se sintetizan en escalas sucesivas e incluyentes. El conjunto de diversas estructuras psíquicas se unifican en la conciencia.

Psicoanálisis y teoría
Aprendizaje y comportamiento
Sensación, percepción e imaginación

Capítulo 4. La inteligencia humana (http://unihum4d.blogspot.com/)

Las funciones psicológicas del cerebro estructurado en su máxima escala, que es la propiamente humana, con un amplio desarrollo de los lóbulos frontales y el neocórtex, corresponden al elaborar ideas abstractas, al razonar lógico, al albergar sentimientos y al actuar intencionalmente. La estructura que engloba unificando las estructuras psíquicas producidas por la estructura del cerebro humano es la conciencia de sí.

Hacia la conciencia de sí
Teoría del conocimiento
Inteligencia biológica e inteligencia artificial
Conciencia corruptible


Libro V, El pensamiento humano (ref. http://unihum5.blogspot.com)

Esta nueva epistemología busca descubrir los fundamentos del pensamiento abstracto y racional y los encuentra en las relaciones ontológicas y lógicas que efectúa la mente humana a partir de las cosas y sus relaciones causales. La mente humana efectúa diversas relaciones intelectuales para construir su mundo conceptual. En la relación ontológica la mente distingue aquello que asemeja o diferencia las cosas. Las cosas también se relacionan causalmente en la naturaleza, llegando la mente a comprender que una cosa existe por causa de otra. También la mente puede ordenar en una relación lógica dos o más relaciones ontológicas. Por último, el intelecto descubre conceptos que pueden referirse a todas las cosas que conoce.

Introducción - La decisiva etapa acuática de la evolución humana (http://unihum5i.blogspot.com/)

Capítulo 1. El objeto del conocimiento (http://unihum5a.blogspotcom/)

El objeto del conocimiento es la realidad del universo de materia y energía. Esta realidad es misteriosa, hecho que no impide conocerla con gran profundidad. Su conocimiento es necesario para responder a tantas interrogantes que nos permiten definir mejor nuestra identidad e indicarnos mejor el sentido de nuestras vidas. El mito, como forma de parcializar el misterio, es un intento para explicar la realidad, pero es errado. Tanto la filosofía como la ciencia persiguen superar el mito para explicar la realidad, determinar su verdad y penetrar en su misterio. Sólo el conocimiento objetivo tiene el potencial para obtener certeza y superar el mito.

Introducción
Realidad y misterio
Relaciones
Conocimiento universal
Del mito al conocimiento objetivo
La trascendentalidad del conocimiento objetivo

Capítulo 2. El pensamiento abstracto (http://unihum5b.blogspotcom/)

Mientras el cambio caracteriza al universo, lo inmutable pertenece a lo inteligible. Si podemos conocer es porque existen elementos que permanecen invariables a través del cambio. Estos elementos invariantes son la relación causal, el mecanismo de la relación causal, y los estados y el dinamismo del proceso de cambio. El pensamiento abstracto consiste en la actualización consciente de dos tipos de asociaciones mentales o estructuras psíquicas que denominaremos relaciones: la relación ontológica y la relación causal. Estas relaciones se originan por la actividad cognoscitiva y, cuando son verdaderas, producen el conocimiento objetivo.

Cambio y mutabilidad
El conocimiento objetivo
El conocimiento abstracto
La estructuración del conocimiento
El sistema del pensamiento

Capítulo 3. La relación ontológica (http://unihum5c.blogspot.com/)

La relación ontológica es una estructuración como producto de unir en la mente las esencias de dos o más entes y obtener una unidad ideática más abstracta. La unión es una síntesis que produce una idea más universal. Inversamente, la intersección de dos o más conjuntos de ideas produce a través de este análisis una idea menos universal. El fruto del proceso del pensamiento abstracto es la idea o concepto.

La esencia
La unión y la intersección
El producto del conocimiento abstracto

Capítulo 4. La relación causal (http://unhum5d.blogspot.com/)

El universo, que es mutable y múltiple, se caracteriza por el cambio. Sin embargo, la realidad no es caótica. Podemos conocer en ella regularidades invariantes, pues el universo posee un modo de funcionamiento regular. La relación entre una causa y su efecto es tan determinista que responde a una ley universal posible de conocer. Este conocimiento es empírico. El conocimiento científico consiste en penetrar en la complejidad de lo múltiple y mutable para comprender la ley de la conexión, por la que las cosas se relacionan causalmente. Tras la observación se elabora una hipótesis que encontrará validez en la verificación de la experimentación. Una relación causal de causa-efecto, que proviene del objeto, la podemos convertir en una relación ontológica de sujeto-predicado.

Causalidad y conocimiento
Ley y conocimiento
Relación causal y realidad

Capítulo 5. La relación lógica (http://unhum5e.blogspot.com/)

El pensamiento abstracto de las relaciones ontológica y causal quedaría incompleto sin el procesamiento lógico del pensamiento racional. El intelecto humano tiene la capacidad racional para relacionar las representaciones abstractas —las ideas—, en estructuras lógicas. Para ello ordena las relaciones ontológicas y causales en proposiciones lógicas según la cantidad. La relación lógica pertenece a la razón, su parámetro es el orden lógico, está referida a los juicios y conduce a un conocimiento ulterior, no implícito en sus premisas. El ordenamiento lógico también puede ser efectuado por una computadora, pues este ordenamiento no es de ideas, sino de símbolos. La sabiduría es el resultado de formular juicios y proposiciones relevantes y que son sometidas al ordenamiento lógico.

Concepto y símbolo
Lógica formal
Deducción e inducción
El mundo de la lógica

Capítulo 6. La relación metafísica (http://unhum5f.blogspot.com/)

La metafísica es la máxima conceptualización de la realidad y trata de la obtención de lo trascendental respecto al universo y sus cosas. Es posible llegar a un conocimiento unificado y necesario del universo a partir del conocimiento científico llevado a una escala superior de abstracción. Desde los albores de la filosofía, en Grecia, los filósofos se han propuesto encontrar aquello que unifica y da sentido racional a la diversidad y al cambio que se experimenta cuando se observa la realidad. Podemos conocer íntimamente la realidad cuando al conocer sus relaciones causales llegamos a establecer que las cosas son funcionales porque ejercen fuerza. La unidad del universo se encuentra en último término en la idea de la complementariedad de la fuerza y la estructura.

La metafísica
La esencia de la metafísica
La relación metafísica
El pensar metafísico


Libro VI, La esencia de la vida (ref. http://unihum6.blogspot.com/)

La vida, en el sentido de estructura y actividad biológica, es un fenómeno distintivo que presenta la naturaleza. El que una cosa se alimente, crezca y se reproduzca resulta algo muy especial respecto a toda otra cosa conocida. Resulta asimismo extraordinario que estas funciones puedan ser efectuadas por una cosa cuyas partes son enteramente físicas, como átomos y moléculas. La combinación especial de estas partes produce algo enteramente animado y con fuerza propia.

Capítulo 1. El organismo biológico (http://unihum6a.blogspot.com/)

Un organismo biológico se caracteriza porque es una estructura cuyas funciones fundamentales son la capacidad para autoestructurarse, para interactuar con el medio y para reproducirse. Esta definición no es lejana de la de Aristóteles, para quien la vida es la capacidad para crecer, nutrirse y procrear. El punto de vista adoptado es el de una estructura funcional, que es lo que caracteriza a todo ser existente, siendo el ser viviente una estructura extraordinariamente funcional.

Nucleótidos y polinucleótidos
La supervivencia y la reproducción

Capítulo 2. El origen y la evolución de las especies (http://unihum6b.blogspot.com/)

Carlos Darwin  había descubierto que existe una íntima relación entre el organismo biológico individual con la variabilidad de su especie en el tiempo, apuntando que aquellas mutaciones genéticas operadas en un individuo y que le permiten una mayor aptitud en un ambiente, posibilitan una mayor adaptabilidad a su especie, ya que transmite estos nuevos caracteres a la especie mediante su progenie, mezclándose a los caracteres de la especie en el proceso de su prolongación. En un medio cambiante la continuada agregación de nuevos caracteres por selección natural, se adicionan caracteres más favorables para la prolongación de la especie, desaparecen recíprocamente otros menos favorables y se produce la evolución de la especie. El sujeto de la evolución biológica no es el organismo biológico individual, sino que es la especie.

El organismo biológico y la especie
La selección natural
El origen de la vida
Sociobiología

Capítulo 3. El sistema de la afectividad en la perspectiva de una psicología filosófica (http://unihum6c.blogspot.com/)

La función general del sistema nervioso de un animal es permitirle relacionarse con el medio externo para recibir información, procesarla y reaccionar consecuentemente sobre éste, y se especifica en tres órdenes de funciones psicológicas particulares: cognitiva, afectiva y efectiva.  En la estructuración afectiva más primitiva de esta función se encuentra el mecanismo de placer - dolor que impele a un animal a actuar en procura de su supervivencia y reproducción. A partir de este mecanismo básico, se estructuran mecanismos en escalas superiores que poseen la capacidad para generar emociones y además, en los seres humanos, producir sentimientos.

Adaptación y autonomía
El mecanismo de placer-dolor
Las escalas de la función afectiva
Conciencia de sí

Capítulo 4. La especie y el medio (http://unihum6d.blogspot.com/)

Un organismo biológico es una unidad discreta de la estructura especie. A su vez, una especie es una unidad discreta de la estructura biocenosis. La biocenosis junto con el biotopo son las unidades discretas de un ecosistema. Cada especie posee en el ecosistema un nicho ecológico. Sólo la especie humana trasciende la barrera de los nichos ecológicos, teniendo el potencial para ocuparlos todos y desplazar las especies que los ocupan hasta su total extinción. Toda especie biológica depende que sus unidades discretas, los organismos biológicos que pueden potencialmente aparearse entre sí y tener prole fecunda, lleguen a sobrevivir para que justamente puedan procrear y prolongarla hacia el futuro y propagarla a través de la geografía.

La ecología
Productores, consumidores y descomponedores
El metanicho ecológico de la especie humana
Agotamiento del ecosistema
Moral ecológica
El determinismo biológico

Capítulo 5. La evolución del homo sapiens (http://unihum5i.blogspot.com/)

En su origen, hace unos 200.000 años, y donde el homo sapiens evolucionó posteriormente el medio fue acuático y rico en proteínas. De este medio adquirió las características que lo separaron del homo ergaster y que produjeron, ya hace 60.000 años, el hombre moderno. La característica más distintiva fue el desarrollo del cerebro para permitirle el pensamiento abstracto y racional, los sentimientos y la capacidad de la acción intencional.

La etapa acuática como origen del filum sapiens
El distintivo desarrollo cerebral


Libro VII, La decisión de ser (ref. http://unihum7.blogspot.com/)

Si en el plano cognitivo el pensamiento racional y abstracto es lo que nos distingue de los animales, en el plano efectivo humano es de la acción intencional, que emana de la voluntad y no del ciego instinto. Pero estos planos no están desvinculados uno de otro. Previo a la acción intencional ha existido una deliberación razonada. El pensamiento nos posibilita intencionar. La acción intencional está dirigida por nuestra razón, que determina el curso a seguir. Nuestra acción es autodeterminada.


Capítulo 1. La acción intencional (http://unihum7a.blogspot.com/)

La acción humana se distingue de la acción puramente animal porque es intencional, y es intencional porque surge del pensamiento abstracto y racional. Al pertenecer a la conciencia de sí este pensamiento se proyecta hacia el futuro. Al concebir e imaginar el curso de la acción la razón puede no sólo prever sus consecuencias, sino que también valorarlas. El ser humano puede imaginar lo que podría ser y puede tener una concepción del “deber ser”. En la acción intencional la persona autodetermina racionalmente sus opciones. El ejercicio de la razón impone la intención a la acción. La intención tiene un propósito razonado. Entre la intención y la acción se encuentra la decisión o voluntad, por la cual aquella se actualiza en acción. La voluntad traduce la intención en acción efectiva a través de la red neuronal eferente y el aparato esquelético-muscular.

Acciones instintiva e intencional
La acción humana
Características de la acción
La decisión

Capítulo 2. La autodeterminación (http://unihum7b.blogspot.com/)

La acción humana es libre porque antes de la acción existe una deliberación razonada. La libertad es la posesión de alternativas que son conocidas por el sujeto y es independiente de determinismos externos. La libertad de la acción humana consigue la auto-estructuración personal en los ámbitos intelectual, afectivo y moral. La acción intencional construye tanto las propias virtudes como los propios defectos. La acción intencional, libre y razonada, surge en una primera instancia de la conciencia reflexiva, o de sí, y más intensamente brota de la conciencia profunda.  

La libertad y la autodeterminación de la acción intencional
Las escalas de la conciencia

Capítulo 3. El juicio de la acción (http://unihum7c.blogspot.com/)

 En la acción intencional se distinguen tres momentos: el antes, el actual y el después de la acción. Cada uno de estos momentos responde a una norma. Éstas son respectivamente la moral, la jurídica y la ética. La acción moral se desenvuelve dentro de un marco subjetivo e íntimo de cosmovisión y de valoración de la conciencia profunda y del sentido último de la vida. La norma jurídica juzga como delito sujeto a sanción la ejecución de una acción según el ordenamiento jurídico que puede ordenar, prohibir o autorizar una conducta determinada. La ética, cuya norma indica lo correcto o incorrecto, lo conveniente o inconveniente de la conducta externa de un individuo, valora el efecto social de la acción indi­vidual. El valor de las cosas no está relacionado con lo bueno o lo malo, sino que es relativo y está en relación a otras cosas según su funcionalidad y según nos afecte.

La acción y la norma
La acción moral
El valor de la acción
Dualidad y dualismo
Solución del problema del bien y el mal

Capítulo 4. La finalidad de la acción (http://unihum7d.blogspot.com/)

El ser humano se enfrenta a dos problemas correlacionados. Cualquiera que sea el sentido que le dé a su existencia, toda persona está radicalmente escindida entre, por una parte, su necesidad biológica por sobrevivir y reproducirse, que es el ámbito propio de la ética, y, por la otra, las valoraciones de carácter transcendente que aparecen ante su conciencia, como la verdad, el amor, la justicia, la libertad, que pertenecen al ámbito de la moral. Su acción no es entonces tan simple como la de un animal que actúa oportunistamente en respuesta sólo de mejores posibilidades de supervivencia y reproducción. Por el contrario, su acción tiene intencionalidad y ésta proviene del razonar deliberado. De ahí que por su capacidad de autodeterminación la acción moral le pertenezca en forma exclusiva, más allá de otras conside­raciones, inclusive éticas y legales. El segundo problema se puede expresar crudamente en qué sentido tiene una vida que acabará necesariamente con la muerte, siendo vano todo intento por liberarse de ésta.  

Lo biológico, lo racional y lo trascendente
El sentido de la vida

Capítulo 5. El lenguaje (http://unihum7e.blogspot.com/)

 El lenguaje humano es un código estructurado de signos cuya función es la comunicación. Como vehículo comu­nicacional colectivo sirve para compartir el conocimiento y las experiencias, estructurando culturas. Como vehículo comunicacio­nal social sirve para comunicar ideas, enseñar, dirigir acciones, expresar intenciones y llegar a acuer­dos. Como referente de las ideas sirve para pensar mejor. El lenguaje sirve también para otorgar una modulación metafórica a la expresión poética.

Lo humano del lenguaje
El sistema de la lengua
Lenguaje y pensamiento
Lenguaje y cultura
Lenguaje y tecnología
Lenguaje y arte


Libro VIII, La flecha de la vida (ref. http://unihum8.blogspot.com/)

LA EXISTENCIA TRANSCENDENTE DE LA PERSONA

En las fronteras de la reflexión filosófica y aún más allá este libro intenta explicar la relación de lo humano con lo divino. Pero no es un libro de teología sino de la transcendencia humana  concerniente al universo material. Define al ser humano, no como animal racional, sino como animal transcendente. Desde el punto de vista de la tradición cristiana, se ocupa solo del Evangelio de Jesús, pues nos habla del transcendente reino de Dios y del contexto moral para acceder a éste.    

Introducción (http://unihum8i.blogspot.com/)

Capítulo 1. Dios, los hombres y la naturaleza(http://unihum8a.blogspot.com/)

 A partir del conocimiento del universo y sus cosas nosotros podemos llegar a postular la existencia de un Dios transcendente, creador y salvador. Este conocimiento lo podemos incorporar a nuestra propia cosmovisión. Tras postular esta existencia, también nosotros podemos alabar y glorificar a Dios. En retribución a este reconocimiento, se puede suponer que Dios podría hacer transcender la existencia de cada uno de nosotros. Lo existente conforma una triada: la divinidad, la humanidad y la naturaleza. Las dos últimas conforman el universo creado por la primera. El universo se rige por leyes naturales que fueron dadas por la divinidad y que explican su funcionamiento. Los seres humanos nos distinguimos de la naturaleza porque tenemos autonomía a causa de nuestra acción intencional. Justamente, por nuestra acción intencional cada uno de nosotros podemos constituirnos en interlocutor válido de Dios.

La triada existencial
Triada y cultura
Triada y ciencia
La relación con lo transcendente
La complementariedad fuerza-estructura y lo transcendente
Dios causa

Capítulo 2. Lo humano y lo divino (http://unihum8b.blogspot.com/)

Desde los albores de la humanidad las arbitrarias fuerzas que afectan la supervivencia han sido identificadas con dioses. Los semitas (israelitas e ismaelitas) han afirmado su identidad en el monoteísmo, separando a Dios del mundo, su creación. La cultura occidental tradicional ha supuesto que el mundo es caótico, encontrando refugio en el racionalismo, hasta que la ciencia moderna descubrió su unidad y armonía, de lo cual se podría deducir la existencia de Dios. La actividad mística busca la unión de lo humano con lo divino.

Los orígenes
El caos y la unidad
La existencia de Dios

Capítulo 3. Dios y la conciencia humana (http://unihum8c.blogspot.com/)

Existen tres estados de conciencia con respecto a una comprensión de Dios: conciencia de lo otro, conciencia de sí y conciencia profunda. Cada estado es propio de una etapa del crecimiento personal de cada persona. Cada estado determina una relación particular con Dios.

La conciencia de lo otro
La conciencia de sí
La conciencia profunda
La muerte

Capítulo 4. Dios y la salvación (http://unihum8d.blogspot.com/)

La transcendencia plantea numerosos problemas, pues sale de la experiencia que tenemos acerca del mundo sensible, el único mundo que conocemos directamente. La transcendencia se dirige a nuestra intimidad de personas e invita a una existencia distinta de nuestra existencia natural, que es la unión mística con Dios.  

La libertad humana en la salvación personal
Posibilidades de salvación
Lo religioso y la religión

Capítulo 5. La historia de lo transcendente en la tradición judeo cristiana (http://unihum8e.blogspot.com/)

Tanto la idea como la realidad de lo transcendente tienen un lugar en la historia humana. La idea de lo transcendente es algo que surge y ha nacido naturalmente en el pensamiento humano. Pero la realidad de lo transcendente surgió en un momento dado de la historia humana, y lo hizo con Jesús. Él fue el hito más importante de la historia de la humani­dad, pues proclamó la llegada del Reino de Dios e invitó a todas las personas a participar de éste. También fue clave para la cultura occidental, pues de él se originó el cristianismo, la Iglesia y, durante la Edad Media, la Cristiandad.  

Lo transcendente y el Antiguo Testamento
Lo transcendente y el Nuevo Testamento

Capítulo 6. El origen de la Iglesia cristiana (http://unihum8f.blogspot.com/)

Platón
Pablo
Tertuliano
Constantino
Agustín
La Iglesia cristiana como único camino de salvación

Capítulo 7. Jesús y lo transcendente (http://unihum8g.blogspot.com/)

La importancia de Jesús en la historia humana se resume en que, primero, él anunció a los seres humanos la existencia de un reino de Dios y, segundo, por su intermedio Dios invitó a todos los seres humanos a pertenecer a este Reino mediando una conversión de sus corazones.

Dios y su Reino
El objeto de lo transcendente

Ensayos anexos:

Jesús de Nazareth y el cristianismo (http://unihum8jesusvscristo.blogspot.com)

La psicología ultramundana (http://psicologiaultramundana.blogspot.com)

La psicología humana se entiende por ser naturalmente un organismo biológico cerebrado que se relaciona con su ambiente y que persigue satisfacer primordialmente sus instintos de supervivencia y reproducción. Esta relación se efectúa a través de tres funciones: cognición, afectividad y reacción. Tenemos tres tipos de conciencia: conciencia de lo otro, conciencia de sí y conciencia profunda. El accionar del ser humano es intencional y responsable, ya que emana de su libre albedrío, que es producto de su razonar deliberado. Si la conciencia de sí termina en la muerte, la conciencia profunda conduce a la transcendencia. Ésta viene a ser la estructuración de la energía en conciencia profunda. El ser humano puede definirse, más que como animal racional, como un animal transcendente que transita de lo animal a la energía personal. Tras la muerte de la persona emergería una psicología nueva, inmaterial, pero implícita en la conciencia profunda, para conocer y relacionarnos correspondientemente con esa misteriosa realidad que se presentaría más allá de nuestra vida terrena, imposible de conocer ahora a través de nuestra experiencia sensible.

La existencia después de la vida (http://unihum8h.blogspot.com/)

La novedad de este capítulo es que ofrece el argumento de que la base y el origen de la realidad trascendente de todo ser humano pertenecen al mundo físico e inmanente. El Dios creador que liberó su energía infinita en el instante del big bang ahora, como padre salvador, la rescata como energía que las personas estructuran en el amor.  

Seres racionales y mortales
Estructuras, funciones y escalas
La mismidad
La muerte
La existencia de lo transcendente


The novelty of this essay is that it offers the argument that the basis and origin for a transcendent reality of any human being belong to the physical and immanent world. God, the Creator who liberated His infinite energy in the instant of the Big bang, now, as the Savior Father, rescues it as energy that human persons structure in love.


Libro IX, La forja del pueblo (ref. http://unihum9.blogspot.com/)

El homo politicus, tanto providente como indigente, persigue tanto su propia identidad y libertad como la pertenencia a un grupo social. No obstante, al pertenecer a un grupo social determinado, es virtualmente excluido de otros, tanto como su grupo tiende a excluir a los individuos de otros grupos. Al existir grupos, las relaciones humanas se establecen tanto en función de la bondad y la equidad dentro de un grupo como en función del dominio y el sometimiento de un grupo sobre otro.

Introducción (http://unihum9i.blogspot.com/)

Capítulo 1. Los orígenes y los fundamentos de la sociedad (http://unihum9a.blogspot.com/)

Toda estructura social humana tiene su origen en la tribu. Nuestro comportamiento psicológico-social está firmemente impreso en nuestro genoma tras el largo tránsito tribal de nuestra especie. La tribu reconoce que un ser humano persigue simultáneamente su propia identidad y libertad y su pertenencia social, y que él es tanto providente como indigente. Las relaciones humanas se establecen tanto en función de la bondad y la equidad como en función del dominio y el poder. La convivencia se logra dentro de normas que establecen derechos y obligaciones, porque reconoce que los seres humanos tienen una igualdad natural.

La sociedad fundamental
Multitribalidad
La familia

Capítulo 2. El ser humano, la sociedad y el Estado (http://unihum9b.blogspot.com/)

Una persona individual, aunque menor que el todo social, es un todo en sí misma porque tiene finalidades propias que perseguir y que trascienden la sociedad, razón por la que el todo social o estructura socio-política debe estar en función de las personas. La función específica de la estructura socio-política es el bien común, que comprende las condiciones que posibilitan a las personas perseguir sus objetivos propios. Los derechos humanos fundamentales aseguran la posibilidad de satisfacer las necesidades más vitales de cada persona y, además, no se oponen a los derechos similares de otras personas. Deben ser primeramente reconocidos por la estructura socio-política para que puedan ser respetados y asegurados. Esto supone la imposición de deberes y obligaciones tanto a los individuos como a la misma estructura socio-política. La estructura socio-política traduce los deberes y obligaciones en leyes.

Individuo, persona y sociedad
Derechos y obligaciones
La ley
La cultura

Capítulo 3. El Estado y la sociedad civil (http://unihum9c.blogspot.com/)

Un individuo busca pertenecer y ser incluido dentro de un todo social. A su vez un grupo social es excluyente de otros grupos sociales a causa de la rivalidad natural que se produce entre ellos. La estructura socio-política o nación es el fruto de la interacción de la sociedad civil y la estructura política, o el Estado en sociedades más desarrolladas. Mientras el Estado concentra el poder político, su autoridad proviene de la sociedad civil. La función del Estado es promover el bien común, perseguir la paz y el orden a través de la justicia, y la defensa externa. Los individuos tienden a respetarse por un deseo innato de justicia.

Política y ética
La estructura socio-política
El Estado
La función natural de la estructura política

Capítulo 4. La evolución de la sociedad moderna (http://unihum9c.blogspot.com/)

El cambio social se debe a la acción de fuerzas políticas, económicas, culturales y tecnológicas. Éstas se fundamentan en la necesidad por parte de los individuos de supervivencia y reproducción, de solidaridad y cooperación y de libertad y autodeterminación. Esta evolución produce la estructuración social y política. Históricamente, en el mundo occidental esta estructuración ha sufrido una doble tensión: 1. entre una concepción que privilegia la acción del Estado para promover la felicidad o el bienestar de los individuos y otra que entiende que los individuos saben qué les conviene más, al tiempo de otorgar al Estado únicamente la función de proteger sus propios derechos, y 2. entre una concepción que busca en el Estado la promoción de los intereses de su clase y otra que considera la igualdad jurídica y de oportunidades de todos los individuos.

La sociedad en evolución
Génesis del concepto Estado
El Estado y el individuo
Del socialismo al totalitarismo
El individualismo
El Estado neoliberal
Conclusión

Capítulo 5. La democracia (http://unihum9e.blogspot.com/)

La estructuración política superior es hasta ahora la democracia. Esta es el reconocimiento por parte de la estructura sociopolítica de que todos los individuos que componen la sociedad civil son sujetos de los mismos derechos humanos fundamentales, pues poseen finalidades propias que la trascienden. La función del Estado democrático es representar y promover la voluntad de la mayoría en concordancia con el bien común y respetando los derechos de la minoría.

Es surgimiento de la sociedad moderna
La democracia en el tiempo
La fragilidad de la democracia
La fuerza de la democracia
La esencia de la democracia
Representatividad y división de poderes

Capítulo 6. El derecho de propiedad privada (http://unihum9f.blogspot.com/)

Es natural que una persona requiera bienes materiales para satisfacer sus necesidades vitales y ejercer su libertad. La propiedad es un derecho humano, puesto que es esencialmente funcional para la vida y la libertad de la persona. Sin embargo, cuando el bien es escaso, tiene usos alternativos según el bien común, confiere poder político o es apropiado en demasía, entonces la propiedad deja de ser un derecho natural y solo es justificado por el puro derecho positivo, que depende usualmente del poder económico, pero que es susceptible de ser modificado por la estructura sociopolítica según el bien común.

Breve historia del derecho de propiedad
La conflictividad del derecho de propiedad
La propiedad como derecho
La propiedad como derecho natural

Capítulo 7. La guerra (http://unihum9g.blogspot.com/)

Las estructuras sociopolíticas, como cualquier estructura compleja, son tanto más inestables cuanto mayor sean las oposiciones o contradicciones de las partes que las integran. En especial son inestables en razón de que sus unidades discretas mantienen conflictos, actuales o latentes, entre sí, derivados de la diversidad de intereses. Una estructura es más estable cuando contiene mecanismos que permiten la manifestación funcional de sus unidades discretas sin llegar a conflictos. Los conflictos son más persistentes cuando alguna connotada unidad no llega a encajar muy bien dentro del conjunto, como un quiste dentro de la armonía del cerebro que llega a gatillar frecuentes estallidos epilépticos. La guerra es consecuencia de ciertas unidades muy disfuncionales que llegan a producir tonos no muy acordes en la deseable armonía social e internacional.

Las causas de la guerra
Fuerzas armadas
La guerra total
Conclusiones

Ensayos anexos:

John Locke: derechos humanos y desigualdad socio-económica (http://unihum9johnlocke.blogspot.com)

La tesis de este artículo es que existe una relación causal directa entre los derechos humanos liberales y la desigualdad socio-económica, es decir, mientras más se aplican los derechos naturales del liberalismo, mayor es la injusticia social que se genera.


Libro X, El dominio sobre la naturaleza (ref. http://unihum10.blogspot.com/)

Este libro trata el contradictorio esfuerzo humano de supervivencia y reproducción para conquistar y transformar su entorno a través de una asignación desequilibrada de recursos económicos, entre los cuales la tecnología, como creación de la mente humana, es una prolongación del cuerpo para reemplazar su esfuerzo, la demanda por capital es proporcional a la oferta de trabajo, y la naturaleza resulta demasiado limitada para las ilimitadas necesidades humanas que satisfacer.

Capítulo 1. Detrás de economía (http://unihum10a.blogspot.com/)

La economía trata de la explotación de los recursos naturales para transformarlos en bienes y servicios con el objeto de satisfacer las múltiples necesidades de la población humana. Es un arte más que una ciencia, y se refiere a la actividad colectiva donde la sociedad entera participa en sus procesos de producción, intercambio, distribución y consumo a través del dominio, control, gestión, organización y administración de los factores de producción. También la sociedad participa en el establecimiento de un mercado para la comercialización de dichos bienes y servicios. Puesto que el control de la economía demanda poder y también confiere poder, genera un permanente conflicto entre las clases sociales, el que suele subir de tono.

Los mitos bíblicos que sustentan la economía moderna
Reflexiones sobre la economía
Economía, sociedad y Estado

Capítulo 2. La producción económica (http://unihum10b.blogspot.com/)

 La producción de bienes y servicios está constituida por unidades discretas llamadas factores de producción. Uno de éstos es la materia prima, que corresponde a los elementos en su estado inicial con respecto a un proceso productivo dado. Otro factor es el trabajo, que es la actividad humana ocupada en producir. La gestión es el factor ejecutivo encargado de dirigir y administrar la unidad productiva o empresa. El capital es otro factor y es fundamentalmente trabajo acumulado destinado a ser invertido en la estructura productiva. Por último está la tecnología, que es capital invertido en procurar extensiones al trabajo donde la actividad humana es ineficiente y costosa.

La estructura económica productiva
La materia prima
El trabajo
El capital
La tecnología

Capítulo 3. Breve historia del pensamiento económico moderno (http://unihum10c.blogspot.com/)

La economía moderna trata de crecimiento económico para generar más riqueza. La economía liberal es uno de los modelos económicos de crecimiento más exitosos, donde la posesión privada del capital otorga el poder requerido para controlar la economía y, por ende, la política, y donde el capital que necesita ser invertido para producir beneficios y acumularse y el emprendimiento privado han hecho crecer exponencialmente la economía. Este modelo económico ha sido el fruto del pensamiento de eminentes economistas políticos desde Adam Smith.

Capítulo 4. La economía de mercado (http://unihum10d.blogspot.com/)

La estructura del mercado está compuesta por dos subestructuras: el mercado como órgano sensible y regulador del sistema, y los agentes económicos libres que venden y compran. En el mercado el valor de un producto alcanza un equilibrio entre su demanda y su oferta. Lo que resulta claro es que el productor, a través del mercadeo, procura inducir al consumo para minimizar los riesgos de fracaso. Una economía de mercado no es incompatible con una economía planificada. Ambas se complementan según la escala económica de que se trate. La planificación es necesaria tanto en la escala nacional como en la escala empresarial.

El mercado
La planificación y el mercado

Capítulo 5. La economía capitalista (http://unihum10e.blogspot.com/)

El capitalismo es el nombre dado a un modelo económico de crecimiento donde la propiedad del capital es privada. Ha sido el motor del gigantesco desarrollo de la economía que caracteriza nuestra época desde la Revolución Industrial, probando ser un sistema económico que funciona exitosamente para producir y distribuir enormes cantidades y variedades de bienes y servicios. Sin embargo, el capital privado tiende a concentrarse y acumularse, llegando a adquirir un poder excesivo que avasalla el poder político, mientras su ética se basa en el egoísmo, contraponiéndose al hecho antropológico que subraya la solidaridad.

Privatización, acumulación y concentración del capitalismo
La ideología liberal
El neoliberalismo
La democracia republicana y el capitalismo
La economía de mercado
La eficiencia
La inequitativa relación trabajo-capital
La tecnología

Capítulo 6. La economía globalizada (http://unihum10f.blogspot.com/)

El orden económico capitalista es ahora global. La globalización de la economía no es otra cosa que la extensión del capitalismo fuera de las fronteras nacionales y su acceso a todo el mundo. Llegó a su plenitud con el término de la Guerra Fría. Con sus enormes recursos políticos, militares y económicos el capitalismo resultó vencedor sobre alternativas socialistas que descansaban sobre economías estatistas y planificadas centralmente. Lo que ganó fue el libre comercio mundial y la posibilidad de que el capital pueda ser invertido en cualquier lugar del planeta con garantías plenas de que no será expropiado. Sin embargo, en este mismo juego una potente economía centralmente planificada se erige como peligroso competidor, amenazando este orden global.

El fenómeno de la globalización
El trabajo
El Estado
La empresa
Los privilegios de una nación

Capítulo 7. La economía sustentable (http://unihum10g.blogspot.com/)

La economía de crecimiento, capitalista o no, se nutre de la naturaleza del planeta, necesitando incesantemente nuevos recursos naturales que explotar. Mientras éstos existan, la acumulación de capital del sistema capitalista y su cultura basada en el exitismo y el consumismo seguirán impulsando la expansión económica. Sin embargo, la misma prosperidad del capitalismo será previsiblemente su perdición, pues la naturaleza, que provee los recursos para su expansión, es finita y está actualmente mostrando signos de agotamiento, y de proseguir esta tendencia, se produciría una crisis de insospechadas consecuencias. El desarrollo sustentable, que es incompatible con el capitalismo, aparece como una salida a este ominoso futuro.  

Los límites del crecimiento
El capitalismo y la ecología

Desarrollo sustentable